Sasha
La tierra temblaba, las ramas caían de los árboles, una luz gigantesca inundó el bosque y el calor se esparció por las cabañas que componían la tribu.
Está pasando otra vez, han enviado a mas. Pensó Sasha acurrucada en su cama junto a sus hermanos menores que miraban hacia todas partes buscando la fuente de su insomnio.
Se levantó rápidamente y salió de la cabaña, buscando con la mirada a su padre y la luz enorme que amenazaba con consumir su hogar por completo. Sin que nadie lo notara se dirigió a la zona de provisiones que se encontraba al final de la aldea. Un murmuro constante de voces confundidas rondaba por las cabañas pero nada la afectó, la curiosidad era aún más grande que el miedo.
Se armó con su chaleco de cuero más grueso y se amarró el pelo con un pedazo de tela, no se molestó en llevar comida, esta visita duraría poco.
Se escondió por entre las sombras ignorando los llamados desesperados hacia su nombre y corrió hacia la fuente de la profunda luz al otro lado del bosque. Con la respiración entrecortada saltó troncos y escaló pequeños montículos llena de energía; por fin podría ver con sus propios ojos a los nuevos colonos.
Siguió la gigantesca luz hacia el otro lado, y con cada paso sentía cada vez más y más calor en la cara y en las piernas , junto con un olor a ahumado y un fuerte picor en los ojos. Sabía reconocerlo, esto era un incendio. Se apresuró aún más,debía llegar antes de que comenzaran a inspeccionar el lugar.
Cuando ya no podía soportar el picor supo que estaba cerca, y una sola mirada le dijo todo. Esto fue un mal aterrizaje, esto es un accidente. Justo cuando el olor metálico de la sangre se abrió paso a su nariz por entre todo el humo. Escuchó voces y gritos a su izquierda y buscó rápidamente un lugar para ocultarse entre las sombras.
Un chico alto y moreno miraba alrededor desesperado tratando de encontrar algo y Sasha no pudo evitar mirar a sus manos que se encontraban empapadas con sangre, pero él parecía encontrarse bien.
¡Este chico es del espacio!
El chico volvió su mirada hacia la nave y el fuego que lo rodeaba a él y a otra gente que Sasha podía oír pero no ver. Una mirada dura y centrada se clavó en la cara del chico, recordándole extrañamente a su padre. Suspiró y se devolvió hacia la nave gritando a todo pulmón con una voz que reflejaba solo preocupación el nombre de una chica.
-¡Clarke!
Se escondió por entre las sombras ignorando los llamados desesperados hacia su nombre y corrió hacia la fuente de la profunda luz al otro lado del bosque. Con la respiración entrecortada saltó troncos y escaló pequeños montículos llena de energía; por fin podría ver con sus propios ojos a los nuevos colonos.
Siguió la gigantesca luz hacia el otro lado, y con cada paso sentía cada vez más y más calor en la cara y en las piernas , junto con un olor a ahumado y un fuerte picor en los ojos. Sabía reconocerlo, esto era un incendio. Se apresuró aún más,debía llegar antes de que comenzaran a inspeccionar el lugar.
Cuando ya no podía soportar el picor supo que estaba cerca, y una sola mirada le dijo todo. Esto fue un mal aterrizaje, esto es un accidente. Justo cuando el olor metálico de la sangre se abrió paso a su nariz por entre todo el humo. Escuchó voces y gritos a su izquierda y buscó rápidamente un lugar para ocultarse entre las sombras.
Un chico alto y moreno miraba alrededor desesperado tratando de encontrar algo y Sasha no pudo evitar mirar a sus manos que se encontraban empapadas con sangre, pero él parecía encontrarse bien.
¡Este chico es del espacio!
El chico volvió su mirada hacia la nave y el fuego que lo rodeaba a él y a otra gente que Sasha podía oír pero no ver. Una mirada dura y centrada se clavó en la cara del chico, recordándole extrañamente a su padre. Suspiró y se devolvió hacia la nave gritando a todo pulmón con una voz que reflejaba solo preocupación el nombre de una chica.
-¡Clarke!
Taina Paredes